La paz puede tener una oportunidad en Libia. El Gobierno libio del dictador Gadafi aceptó la propuesta de «hoja de ruta» que le había presentado una delegación de alto nivel de la Unión Africana (UA). La noticia la dio a conocer el presidente sudafricano, Jacob Zuma, integrante de la comisión mediadora junto a los presidentes de Mali, Amadu Tumani Turé; Suráfrica, Jacob Zuma; República del Congo, Denis Sassu Nguesso, y Mauritania, Mohamed Uld Abdelaziz, así como por el ministro ugandés de Asuntos Exteriores, Sam Kutesa.
Aunque el contenido de la propuesta no se ha desvelado por el momento, sí se sabe que la UA pretende el cese inmediato de todas las hostilidades — incluidas las de las tropas de la OTAN— para poder afrontar una transición política, facilitar un corredor que permita la entrega de ayuda humanitaria, y la apertura del diálogo con el Consejo Nacional de Transición de los rebeldes. Ahora, los miembros de la delegación mediadora se trasladarán a Bengasi para plantear a los rebeldes las condiciones de esa «hoja de ruta».
Mientras, la misión de la OTAN en Libia, que tiene como mandato mantener cerrado el espacio aéreo y salvaguardar la población civil, respiró ayer al anunciar que había bombardeado 25 tanques del Ejército de Gadafi en el frente de batalla. Los rebeldes, muy críticos con la alianza últimamente, lo agradecieron. Los guerrilleros anunciaron además haber detenido a un grupo de mercenarios argelinos en Ajdabiya, algo que se apresuró a desmentir ayer mismo Argel. En los alrededores de esta ciudad, que lleva días siendo atacada por el Ejército del dictador, los bombardeos de la alianza destruyeron 11 carros de combate. La OTAN ha frenado así la ofensiva de Gadafi sobre Ajdabiya.
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